El etiquetado nutricional es un factor importante a la hora de elegir un producto u otro del mercado, que muy pocos consumidores tienen en cuenta. Sin embargo, factores como el tamaño del producto, su aspecto externo o lo que cuesta, se considera de suma importancia. Creo que el motivo de este problema es la falta de información que le llega al consumidor ya que, si supiera que en la etiqueta de cada producto que compra, puede descubrir información de vital importancia, le dedicaría más tiempo a la hora de elegir uno u otro. Un ejemplo claro es el caso de una persona alérgica. Si no se lee el etiquetado del producto que escoge por su aspecto externo, puede comprarlo pensando que no lleva nada que a él le afecte y luego sufrir una reacción alérgica porque el producto contenía ese determinado alimento.
La información que se recoge en las etiquetas de los productos, está aprobada y regulada. Así, una etiqueta debe contener información como los ingredientes del producto, su fecha de caducidad, la información nutricional, el número de lote, el código de barras, dónde se ha elaborado, un número de teléfono de contacto, etc.
También podemos encontrar información destinada a la educación nutricional, como la importancia de realizar un buen desayuno, mantenernos hidratados o hacer ejercicio con una alimentación equilibrada.
No todas las marcas comerciales cumplen con las normas del etiquetado de sus productos. Por eso, como consumidores, debemos tener cierto criterio a la hora de leer una etiqueta. Los datos más relevantes que debemos retener son:
-Su fecha de caducidad
-Si se conserva o no a la temperatura adecuada del producto
-Que aparezca algún número de teléfono de contacto (por si nos surgen dudas).
-En qué cantidad aparece cada ingrediente que compone el producto.
-Qué cantidad diaria recomendada de cada nutriente cubre el producto.
-Cómo se ha elaborado el producto y qué ingredientes lo componen.
Un ejemplo importante en el etiquetado de los alimentos es el caso del agua, no solo porque hay que incluir toda la información citada anteriormente, sino porque debemos saber de qué manantial procede, la composición analítica, etc. Una marca comercial de agua, puede vender aguas envasadas que procedan de distintos manantiales y por ello, la composición mineral de cada una variará, aunque sean de la misma marca. Por eso es tan importante leer detalladamente el etiquetado de los productos.
Si conseguimos interpretar esta información, escogeremos aquellos productos que nos sean más beneficiosos para nuestra salud y la de los nuestros, evitando así posibles carencias nutricionales, alergias, intolerancias alimentarias, etc. En algunos productos existen distintos métodos para facilitar al cliente la interpretación de este tipo de información nutricional, como el empleo de colores para identificar cada nutriente (grasas en rojo, proteínas en verde…) o la simbología.
Me llamo Elena Sánchez Campayo y soy diplomada en Nutrición Humana y Dietética. Actualmente estoy trabajando en mi tesis doctoral enmarcada en el campo de la nutrición. En este blog pretendo daros ideas lo más claras y prácticas posibles, a través de artículos semanales, testimonios y un chat que tendremos una vez al mes, para resolveros las preguntas que queráis, en relación a los temas que iremos tratando.