El seguimiento de una dieta estricta durante toda la vida, en la que esté excluido el gluten, es el único tratamiento para la Enfermedad Celíaca (EC). Una dieta sin gluten permitirá la recuperación de las vellosidades intestinales y la atenuación, e incluso desaparición, de los posibles síntomas de la enfermedad.
Esta dieta, que debe realizarse tras un diagnóstico confirmado por una biopsia intestinal, estará basada en alimentos naturales y frescos como leche, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, legumbres, y sólo los cereales que no tienen gluten, como el maíz o el arroz. Por lo que respecta a los productos manufacturados, es en este campo en donde los celíacos tienen un mayor riesgo potencial.
Para disminuir el riesgo de consumo de alimentos con gluten o con trazas de gluten, existe la marca de garantía de FACE. Los productos que lleven el sello están controlados periódicamente y no llevarán nunca un contenido de gluten superior a 10 ppm (cantidad que se considera inocua).
El 27 de mayo se celebra el Día Nacional del Celíaco y muchas asociaciones aprovechan para organizar actividades cuyo fin sea informar y difundir en qué consiste la enfermedad, quiénes son los que la padecen, y cómo debe ser el tratamiento, que como se ha indicado, debe basarse en la dieta con ausencia permanente de gluten.
Con dípticos informativos y con la publicación de un manifiesto, las asociaciones pretenden concienciar a la población de los problemas a los que se enfrentan los que padecen la EC, que es la enfermedad crónica intestinal más frecuente en España (aproximadamente uno de cada 100 habitantes, de los que 90 estarían sin diagnosticar).
Estos documentos, que reclaman más implicación de las diferentes administraciones, explican que el 80 por ciento de los productos manufacturados contienen gluten. También insisten en el alto coste de los alimentos elaborados libres de gluten, y en los riesgos que los celíacos tienen en establecimientos públicos donde se sirve comida, como restaurantes, colegios, hoteles y residencias, hospitales, donde es más difícil controlar la ausencia de gluten o si se ha podido producir una contaminación con trazas de gluten en el manipulado.
Agua Sierra Cazorla aporta su granito de arena para que los afectados por esta enfermedad tengan una opción de consumo de fibra. La bebida funcional ffiB, elaborada con dextrina de maíz, supone un importante complemento en la dieta, ya que un envase de 50 cl aporta el 50% de la cantidad diaria de fibra recomendada. La fibra desempeña una importante función fisiológica al estimular el crecimiento de microorganismos del colon y facilitar el tránsito intestinal.
